jueves, 12 de enero de 2012

Anoche te escribía....


Mi amor, hoy te escribo después de una larga noche sin dormir, sólo pensándote en tu ausencia, gritando tu nombre en silencio, llorándote sin derramar lágrimas, sediento de ti... El sudor, el sabor, el calor, el tacto, los cabellos, la saliva, la música, el aire…, todo resuena a ti.
Cuando duermes a mi lado me estremezco al tocar tu piel; sentir tus caricias y envolverme en tus muslos se ha convertido para mí en un hábito, en una terrible necesidad. Pero cuando no estás, llega siempre el desconsuelo, como si el terrible destino quisiera burlarse, me grita que no estás, que no te tengo aquí. Al amanecer, las arrugas de la cama me recuerdan tu ausencia y me pareciera que nunca vendrás. ¿Acaso este sufrir es el precio para vivir eternamente en tu labios, para despertar cada mañana junto a ti?
Mi amor, me siento muy débil, te extraño tanto… No me imaginé llegar a sufrir tanto sólo de pensar que estás lejos de aquí. No sé cómo quitarme esta tristeza, me siento muy solo, terriblemente solo. Aunque te hayas separado de mí sólo unos días ¿cómo despejar mi mente, si toda mi mente está llena de imágenes de ti?
Me siento infeliz sin ti... Anoche te escribía en la soledad de nuestra habitación, pero no me atreví a enviarte lo que escribí. Anoche te confesaba mi gran amor, te intentaba explicar todo lo que has llenado en mí, todo lo que llevo por dentro desde el día en que te conocí. Te intentaba decir lo hermoso que es el amor en tu ausencia, pero sólo me salía lo triste que es no tenerte. Sólo me salía lo triste y vacío que estoy sin ti, que cuando pienso en ti, en mi cuerpo se enciende una pasión  intensa y el deseo de tener tu amor crece, el deseo de tener tus besos me ahoga, me desespera... Te decía que eres esencial en mi vida, que el frío de tu ausencia congela mi corazón, que quisiera estar siempre en tu mente para saber qué sientes por mí... También te decía que sin ti me siento vacío, que sin ti soy como un desierto sin arena o un océano sin sal, que tu ausencia en la noche hace que me sobrecoja un temor, el pesimismo de no verte pronto, que otra vez la nostalgia me tortura en la soledad... Esto siempre me pasa cuando tú no estás, porque cuando tú te vas, mi vida se va contigo.
Te amo no lo olvides. Mi amor, regresa pronto. Aquí te espero, como siempre, amándote, pues, sin ti, ya no existe nada.
Mi Esposa, mi Amiga y mi Amante, siempre tuyo, siempre mía, siempre nuestro. Te amo

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