¿Me llamas loco porque
la desesperación de saberte lejos, limitado de espacios, de tiempo, de razones,
me hace perder la calma y me lleva a sentir que necesito de ti, como necesito
del agua, y no te tengo?
¿Me llamas loco porque
mi respiración se acelera, mis latidos se detienen, mi pecho revienta, mis
nervios me traicionan por la emoción de escucharte, de sentirte, de hablarte, y
saber que el tiempo pasará sin poder verte ni abrazarte?
¿Me llamas loco...
loquito... loco?
Si para todos los demás
soy una persona firme, fuerte y, sobre todo, muy centrada... si para el mundo
entero soy tan cuerdo como el que más...
Sí, tal vez estoy loco;
loco de una locura sin cura; loco por escuchar un “te amo” de tus labios, de tu
boca, de tu ser, de tu corazón, loco por tus “te quiero” y por acariciar tu
alma que a la mía dejó atrapada.
¿Sabes? Nombre tiene
esta locura; locura que me mantiene atado porque sencillamente, estoy de ti
totalmente enamorado. Mi locura se llama Ade. Mi
locura eres tú.
Mi Esposa, mi Amiga y mi Amante, siempre tuyo, siempre mía, siempre
nuestro. Te amo.
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