Solo te escribía, porque no podía
soportar las ganas de decirte TE AMO, las ganas inmensas de decirte gracias por
estar conmigo...
Nunca creí llegar a tener estos
momentos felices que tú me haces vivir, llegué a pensar que no existiría nadie
para mí… Pero, de repente, Dios me dio una bendición… Fue esa bendición de
poder conocerte, de conocer a una Gran Mujer, una mujer con buenos valores y
con un amor inmenso guardado en el corazón, y que necesitaba que alguien la
ayudara a sanar aquellas heridas del pasado.
De la nada, me pregunté a mí
mismo “¿Debo estar con ella?” Y conforme el tiempo pasó y las cosas se dieron,
me fui dando cuenta una y otra vez, “Ésta es la mujer con quien debo estar”…
Porque, sin darme cuenta, yo también necesitaba de ti, como tú de mí.
Poco a poco fue creciendo ese
amor, lleno de fe, de esperanza, de cariño… poco a poco ese amor se fue
haciendo nuestra sanación para nosotros mismos. Y la única forma de
agradecernos el uno al otro fue seguir amándonos y hacernos felices mutuamente.
Fue esa acción que nos unió más y más, día tras día. Fue como nos enamoramos el
uno del otro, fue como nos apoyamos el uno al otro, esa fue la manera de seguir
juntos y seguir luchando…
Nunca creí ser tan valioso para
que alguien se llegara a atrever a formar un hogar, una familia conmigo, y para
mí sería todo un honor estar a tu lado toda la vida, ver cómo pasan los años a
tu lado, ver cómo crecen nuestros hijos, seguir junto a ti en las buenas y en
las malas, para después de todo, seguir unidos, seguir a tu lado, y poder seguir diciéndote al oído lo
importante que eres para mí… y, sobre todo, “te amo”.
Nunca me imaginé tener a alguien
como tú a mi lado. De verdad, tu amor es inmenso y eso me llena de gozo, porque
sé que con ese amor que me das, yo puedo vivir, yo puedo hacerte feliz, puedo
seguir contigo, y me haces sentir realmente vivo y dar gracias por estar en
este mundo, porque aunque la vida está llena de pesares, sé que siempre tendré
a alguien a mi lado, alguien por quien llorar en las noches, alguien a quien
sonreírle cada mañana, alguien a quien amar, alguien por quien vivir… Sí, yo he
hecho todo eso, amarte, llorar por ti, vivir porque sé que estás en este mundo
y que tarde o temprano estaría a tu lado… Y doy gracias al cielo porque te
tengo, porque teniéndote a ti, puedo amarte, puedo sentir que cuido a alguien,
puedo sentir que por lo menos a una sola persona realmente la hago feliz. Y no
es una persona cualquiera, sino que puedo querer, amar y cuidar a toda una
mujer, generosa, cariñosa y con buenos sentimientos… eso es lo que me hace
decirte que estoy orgulloso de ti, cariño, estoy orgulloso de estar al lado de
una buena mujer.
No importa qué dificultades
tengamos, yo quiero estar a tu lado, como siempre lo he hecho y siempre haré. Y
conforme el tiempo pase, seguiré a tu lado y seguiré amándote, porque tú eres
la arquitecta de mis sueños, de mi vida, de mis planes, porque sé que algún día
se concretarán todos tus sueños y mis sueños, seremos dos, para construir, y
seremos uno para amar.
Por todo el tiempo que llevamos juntos, de cierta manera quise
agradecerte… quiero agradecerte todo tu
apoyo, tu compañía, tu amor, tu cariño y todo tu
esfuerzo por estar junto a mí... Pero
sobre todo, te agradezco por hacer algo que nadie más lo había hecho... Amarme
de verdad.
Te agradezco el existir,
porque gracias a ti... Cada día vivo feliz, cada día te amo más, cada día puedo
vivir por ti.
¡GRACIAS, AMOR MIO…!
Gracias por formar parte
de mi vida y de mi ser... Me haces realmente feliz.
¡TE AMO ADE!
Mi Esposa, mi Amiga y mi Amante, siempre tuyo, siempre mía, siempre
nuestro.
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