Es tu piel
donde desea anidar mi piel. Quiero beber
hasta la última gota de nuestro placer. Siénteme en ti como tú vas en mí. Acaríciame,
amor, y siente como hierve mi sangre a tu contacto. Que el fuego del amor nos
consuma lenta y dulcemente, mi cielo, porque eres el fuego que domina mis
sentidos.
Provocas en
mí un deseo inexplicable, me haces perder la razón… me vuelves loco, mi amor.
Me sabes
indefenso entre tus brazos… sabes que me erizas de pies a cabeza. El deseo
entre nosotros asusta. Juntos nos
fundimos, somos uno solo, conoces mis deseos y yo los tuyos, liberas mi
alma… sublime y tibia conexión… ¡Amémonos sin medida! Nuestros gemidos estremecerán
la Tierra.
Ven, siente,
escucha, vibra, acaricia… enciende y lléname despacio el alma de deseo. Eres la
enredadera de amor que me guía por los caminos de densa bruma llenando mi
corazón de alegría… lo cobijas, lo inquietas, lo mimas al contacto de tus manos
y tus labios que parecen serpentinas de colores subiendo y bajando sobre mi piel, cuando besas mi cuerpo
sediento que te complace en la entrega… Ven, amor, escucha mi latir, siente mi
necesidad de ti, cierra los ojos y bébeme así… Soy tuyo, tuyo hasta el fin,
tuyo hasta mi último aliento.
Mi Esposa, mi Amiga y mi Amante,
siempre tuyo, siempre mía, siempre nuestro. Te amo.
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