miércoles, 14 de noviembre de 2012

APARECISTE EN EL MOMENTO JUSTO

Mi amor, hoy quiero decirte que apareciste en el momento justo y a la hora indicada, cuando más se tambaleaba el mundo bajo mis pies, llegaste para tomarme de la mano y sostenerme, ahí estabas tú, radiante como el Sol, bella como una flor… Tu ternura hizo que mis lágrimas cesaran, tu sonrisa logró cambiar mis penas por alegrías… Al mirarte sentí ese calor, esa energía que se plasmaba en las paredes del corazón con firmeza. ¿Cómo agradecerte? No sé… Sólo se me ocurre decirte hoy, en mi carta de amor, ¡cuánto te amo!
Hoy me doy cuenta de la cantidad de amor que todavía tengo para darte. Contigo he aprendido que a una mujer hay que saberla querer, que hay que cuidarla como se cuida una rosa… que hay que amarla y decirle cuánto uno la quiere, sin vergüenza ni pena, que hay que valorarla y darle su lugar. Hoy quiero gritar a los cuatro vientos cuánto te quiero. ¡Cuánto te amo! Si lo sabe Dios, que lo sepa el mundo.
Ya no tengo palabras por tanto agradecimiento. Hay algo que no se debe perder nunca y es la fe, la esperanza de ver nacer un nuevo amanecer, y yo, contigo, he visto ese nuevo amanecer en mi vida.
Cuando en un susurro de voz tierna me dices cuánto me amas, cuánto me quieres, haces que mi corazón se quiera salir del pecho, porque tú eres mi todo, tú eres mis ganas de vivir, tú eres el centro de mi universo, todo gira en torno a ti.
Mi Esposa, mi Amiga y mi Amante, siempre tuyo, siempre mía, siempre nuestro. Te amo.

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