Te espero.
Estoy
esperando que pasen las horas para volver a verte, porque esta noche tengo algo especial para ti. He preparado una cena íntima, una
cena para dos en la que vamos a comer hasta quedarnos saciados, porque ahora
mismo tengo tanta hambre de ti… Será una cena especial a la luz de las velas
que iremos degustando enredados entre
las sábanas.
El menú es sencillo: Los entrantes
correrán a cargo de la boca y los oídos, susurros de esos que te hacen temblar y
que volverán a recorrerte esta noche, y mis labios se deleitarán en el sabor de
tu cuello.
Utilizaré mis manos para llegar al
plato principal, acompañándolo de besos urgentes y miradas ardientes para llegar al postre. Un postre
que compartiremos una y otra vez hasta quedar saciados. Porque pienso saciarme
de ti, comerte, beberte y besarte hasta que la noche nos arrastre al mundo de los sueños.
Y aún entonces, pienso soñarte y
seguir recorriéndote y seguir descubriendo nuevos sabores en ti; los mezclaré
con los antiguos y formaré un cóctel delicioso de pasión y deseo hasta que no
podamos con tanto fuego y la madrugada nos
obligue a parar.
Hasta
entonces, te espero.
Mi Esposa, mi Amiga y mi Amante, siempre tuyo, siempre
mía, siempre nuestro. Te amo.