Ese sabor
que me dejan tus besos.
Ese dulzor
depositado en tus labios.
Esa pasión
que me envuelve cada noche,
que me va
entrando lentamente
llegando a
quemarme la piel
cuando
siento el roce de tus labios
sobre mi
cuerpo desnudo.
Esa pasión
que bebo en cada noche,
que me va
quemando lentamente
hasta llegar
a convertirse en fuego,
fundiéndonos
en un solo cuerpo,
apagándola
cada noche con tu amor,
muriendo y
volviendo en cada amanecer
y volver a
resurgir la llama de nuevo,
para volver
a hundirme en tu cuerpo
y volver a
besar tus dulces labios cada día.
Mi Esposa,
mi Amiga y mi Amante,
siempre
tuyo, siempre mía, siempre nuestro. Te amo.